La manera en que Perú pudo transformar uno de los desiertos más secos del planeta en un importante núcleo productivo de comida.

En las últimas décadas, los extensos campos de arándanos y otros frutos han invadido las amplias llanuras desérticas de la región peruana de Ica. Hasta los años noventa, era difícil concebir que esta área del desierto costero peruano, que parecía ser solo polvo y mar, podría transformarse en un importante centro de producción agrícola. Pero eso ha sucedido no únicamente aquí, sino en gran parte de la costa desértica del Perú, donde han crecido extensos cultivos de frutas no convencionales como los aguacates (o paltas, como se les dice en Perú), los espárragos, los arándanos o los mangos. El vasto territorio que recorre el país de manera paralela a las olas del Pacífico y a las montañas andinas se ha transformado en un gigantesco huerto y en el centro de una floreciente industria agroexportadora. Las exportaciones de productos agrícolas en Perú, conforme a los datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, tuvieron un incremento promedio anual del 11% entre 2010 y 2024, llegando a una cifra récord de US$9.185 millones en el año 2024.

12/6/20251 min leer

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