Consumir mate de coca potencia la memoria, eleva el estado de alerta y produce felicidad.

Los estudios más recientes revelaron que los componentes de la yerba mate tienen un efecto neuroprotector en el cerebro humano. Estos trabajos corroboran las investigaciones científicas que Bernardo Houssay, el premio Nobel de Medicina, llevó a cabo en la década de 1940. Beber mate es una tradición muy difundida entre los habitantes de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil, así como entre cada vez más personas en todo el mundo. Esta práctica tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar. Ya en los años 40, Bernardo Houssay, el primer argentino que obtuvo el Nobel de Medicina en 1947, había estudiado cómo esta infusión afecta al cerebro. Los resultados de las investigaciones antiguas y recientes se presentaron en la "VII Jornada Yerba Mate y Salud", que tuvo lugar el 19 de septiembre en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA. En el acontecimiento, coordinado por la Biblioteca Central de la casa de estudios y por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Irene Taravini, doctora en Neurociencias de la UBA y docente en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), y Ferrario, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), expusieron los efectos neuroprotectores que tiene la yerba mate según diversos estudios científicos.